Ayer fue cojonudo, hoy esta bien..
Yesterday was dramatic, today it's OK
Múm
Múm
Estoy trabajando el algo nuevo que pronto os enseñare si vencéis la resistencia de las puertas de mi casa, claro esta. Sí, tengo algo nuevo, creo que incluso nuevo a un nivel general. Un cambio. Quizá me equivoque, no hay nada nuevo bajo el sol. De todos modos, si algo me hincha el corazón a niveles de megalomania galopante al mas puro estilo "joder, que guai soy", es el hecho de poder compararme con mis héroes, con los que me instruyen, con los que elijo para forjarme a mí mismo. Y lo curioso es que no había ciado en la cuenta antes. Estoy orgulloso de mi trabajo, en general, incluso del anterior, habiendo cambiado de miras ahora, pero no tanto como para compararme con mi listón de calidad hacia el exterior. Me explicaré.
Uno para enriquecerse, necesita poner filtros a lo que recibe y lo que deja que le entre dentro, a saber, filtros de calidad, sobretodo en música. Es una idea fácil. Uno es exigente con lo que va a formar su gusto, o debería serlo y con lo que va a disfrutar. A la hora de trabajar, no obstante, uno debe del mismo modo, rebajar este listón, este filtro, a un nivel de aceptabilidad, que no le prive de seguir avanzando, de aprender, pero tampoco debe caer en la auto complacencia de gustarle todo lo que hace. Todos los que escribís o pintáis o incluso os masturbáis, entre otras muchas cosas, como modo de superación, me entenderéis. Uno tiene que ser exigente, pero no hasta el punto de dejar de trabajar. Así uno tiene que darse un poco de margen y aceptar que, aunque no este el trabajo al nivel deseado, no deja de ser una superación del nivel anterior, tanto técnica como conceptualmente.
De lo que estoy contento en mi ultimo trabajo es que si bien he podido extender ese listón, he podido cerrar las ventanas de ese filtro y creo que la calidad inherente ha subido, estoy más contento de mi trabajo, lo que me ha llevado a pensar, no sin cierta condescendencia hacia mi mismo, es que he podido llegar a un nivel en el que me puedo comparar, maldita la gracia, con las obras que admiro de otros artistas. En general respecto de la música. Así, siento que por fin puedo pintar aquello que me gusta escuchar. Que soy capaz de reproducir la contingencia conceptual que recibo de las obras de algunos músicos que a mi entender son el summum y que además conservan y fomentan el aspecto contemporáneo del arte. Tienen, pues, una visión presente del arte y del mundo y esa visión queda representada en su obra, según mi experiencia.
Para no andarme con rodeos dire nombres: Múm, Boards of Canada, Yo la tengo, Wilco, 12 twelve o Antonia Font. Desde la electronica hasta el pop, pasando por jazz o folk-rock. Se que alguien podría discutirme estos grupos en relación a lo que he dicho de ellos más arriba, pero poco importa en mi experiencia, son los que creo, representan mejor el espíritu del arte, en la música, en la edad presente. Hay más, lo sé.
Lo que me maravilla es que no tenga miedo a comparar mi ultimo trabajo al de estos grandes, en especial Múm, cuya música me hace soñar y me lleva al terreno de la ambivalencia odio/adoración, escuchando esos ruidos, esa música. Y de ello a mi último trabajo, creo que soy capaz ahora de reproducir, en un buen y aceptable grado, lo que recibo de ellos. Me veo capaz de devolverle al mundo lo que me ha dado, al menos, en cierto sentido. Puedo pintar cono Múm tocan. Y se que es pasarme de largo, megalomanía, confianza descabellada en mi propio trabajo, pero me sucedió tendido, escuchando esta música, que pude ver mi cuadro, y como la música en el, hablaba también.
Por eso escuchando un disco brillante, que pensé que nunca sería capaz de alcanzar, Múm - Yesterday was dramatic, today it's OK. No puedo explicar qué sentí cuando llego a mis oídos las vibraciones que producen estos tíos, islandeses, pero ahora creo que he conseguido desenmarañar mis entrañas como para alcanzar a reproducir en el lienzo, si no bien lo que reproducen ellos a través de la música, lo que yo siento a cuando la recibo, ese gozo del gusto, ese júbilo de estar delante de una obra de arte preciosa. Y todo ello sin pensarlo, sin intentar reproducir el disco en pintura. Puedo moverme al ritmo de la música sobre mi lienzo, al contemplarlo, ya acabado y joder, mola. Eso es todo
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