Mi cabeza

Peso muerto encima de mis hombros
Algo debe haber dentro de ella
No solo aire y vacio
Aunque locura esta tatuado en mi nuca

La miseria es el sarro de mis dientes
Que distantes de parecer perlas
son mas bien pepitas de oro afiladas
y muerdo siempre que no huelo a fidelidad

Visto mi escaparate de chupas revestidas de plomo
Como colillas olviadas son mis preguntas reiterantes
Y el lenguaje de mis entrañas siempre es acido para las mentes
Que vuelven con esperanza y esperando sus dosis letales de mi boca

Templa la lengua y desatala con fiereza
Vuelvete verdugo de almas cotidianas
Y no consumas lastima de mentes faciles
La pena es vivir con el yugo de tu poder inato

Vive por la palabra muere por tus tripas
La bilis que destilas te conoce mejor
que la vison que tienes del espejo
Y se percha cognocitiva de tu yo mas radiante
Porque solo brilla cuando tu lo cabalgas.