esta boca es mía

Por primera, exclusiva y única vez en mi vida, al contemplar y abrazar la novedosa, a la par que terca pero justa, idea de que no tengo nada mas que decir o pronunciar en ninguna forma lingüística que valga la pena en ningún aspecto fundamental o superficial de la vida y realización del ser humano en su glorioso devenir al largo de la historia y las culturas, ni de la naturaleza que lo rodea envolviéndolo en un manto de armonía y protección siendo a la vez también fuente directa de su sufrimiento y en parte constricción de su voluntad, implicitos ya en la lucha por la supervivencia de todos los seres vivos, me callo.

y no pasa a menudo

no