Qué pesados. Están empeñados en cambiar el
museo porque no pueden soportar la idea de que su profesión sea aburrida. Están aburridos. Profundamente desesperados para encontrar sentido a su actividad. En vez de ayudar a la creación, se empeñan mirar hacia el público. ¿Qué coño les importa al público el resto de público? El museo debería mirar hacia los artistas. No pueden soportar la idea de que el museo sea un templo y en el tempo solo se pueden hacer dos cosas: hablar con la divinidad y limpiar el suelo. Y el público no tiene ni puta idea. El público aprenderá de las buenas obras, no de la mediocridad animadilla.
Que traigan buenas obras a los museos, que ayuden a que haya buenas obras. El problema de los museos no es el publico, es el precio de los seguros y de los buenos cuadros. El MACBA tiene que ir de moderno, videos, ruidos: porque no puede pagar buenos cuadros.
Cuando los cuadros hablen la gente acudirá al museo. Cuando haya algo que ver, cuando haya alguna razón para ir, más allá de alabar la actividad de los directores de museo y la estupidez de los artistas de
entretenimiento.
Quieren cambiar la idea de museo, llevar a los niños a comer pan con chocolate,
juguemos en el museo, desacralizarlo, cuando la idea de museo es de las mejores formadas a lo largo de la historia. Un templo al ser humano, en su libertad, en su lucha, en su tragedia. Un templo donde venerar a hombres y a dioses por igual, donde el sujeto tiene cabida, donde podemos ir a reflexionar.
Hacen falta buenos cuadros, buenas fotografias, buenos videos; pero con la idea de contemplación de lo sagrado. No idea del
mengem-pa-amb-xocolata.
Ahora el museo contemporáneo, absurdo, perdido, es el club de la comedia: ruidos, trastos; ¿es que también los artistas se han cansado de reflexionar?
Maldigo el videoart y sus adeptos.
A propósito de pintura, que tiene que venir a salvarlo todo, como siempre, apunto:
En qualsevol punt de la matèria hi ha
les essències de totes les formes naturals
gràcies al poder que tenen de generar-s'hi:
segons la filosofia són coeternes a la matèria;
segons la fe han estat creades amb ella.
Albert Magnus.